Considero que mi vida ha sido y es una “vida plena” por muchos motivos. El 16 de julio es mi cumpleaños me gustaría compartir contigo algunas reflexiones que me hacen sentir feliz y plena. ¿Cómo hago para conseguir esta sensación?….pues aquí te lo cuento:
- Acepto lo que viene.
- Respondo a los desafíos de la manera más adecuada que siento.
- Evoluciono gracias a los aprendizajes del día a día.
- Siento que mejoro paso a paso.
- Estoy abierta a las sorpresas, a lo que puede venir, a la incertidumbre de la existencia confiando en el futuro y viviendo muy el presente.
¿Por qué os cuento todo esto?
Siempre que se acerca esta fecha, hago un balance de qué es lo que he vivido, cómo lo he gestionado, lo que he aprendido, lo que he mejorado y lo que tengo que soltar.
Ya se que esto muchos lo hacéis para final de año, pero mis ciclos siempre los he gestionado desde mi fecha de nacimiento. Me funciona y hoy comienzo una nueva etapa para lanzarme y zambullirme en lo que me traiga.
Han sido 365 días educativos y retadores. Trabajando con pacientes de Covid, transitando la pandemia, gestionando la vida personal, entre cuarentenas, retos y experiencias. Todo un año para trabajar tanto la paciencia como la incertidumbre. ( vincularlo a los post que hay – lo quiero ya)
Quizás por mi profesión de enfermera y mi situación personal, siempre he sabido vivir en la incertidumbre y he podido verificar que no hay verdades absolutas. No puedes controlar nada externo a ti, sino que todo pasa cuando tiene que pasar. La vida es un camino de aprendizajes y continuo desarrollo, físico, emocional y espiritual.
Con el paso de los años nos volvemos más sabios y esto nos ayuda tomar decisiones más acertadas, se supone. Saber vivir en la incertidumbre es dejar de alimentar el ego para ser capaces de mirar desde nuestro interior y sentir nuestro poder más divino apagando los ruidos que nos impiden escucharnos.
¿Qué aprendo cada día?
Pues recibir con paz los golpes que recibo y con alegría y agradecimiento las buenas noticias que me trae el día a día.
Y como os he dicho, he trabajado la paciencia, ¡todo un master de “quietud y espera”. Yo que soy movida, inquieta y curiosa, he tenido que bajar revoluciones y adaptarme a otro ritmo emocional. Claro como enfermera, no ha sido así. He desplegado mi audacia, conocimiento y rapidez.
A nivel de crecimiento personal y emocional he tenido que parar y observar muchos acontecimientos este año. Como regalo de cumpleaños, el verano pasado la vida me presentó la posibilidad de vivir la enfermedad del Covid, así que a partir del 16 de julio me confiné y la broma duró un mes y medio (a veces hay casos que son así). Fueron muchos días para atender a mi mente. Cuando no dormía, tiritaba o la cefalea era insoportable, me dediqué a ese repaso del año que os contaba antes.
Y aquí entro de lleno en la cuestión del “sentido de la vida”. Un mes y medio da para mucho.. para mí, hay que buscarlo en el Presente, en el Futuro y en el pasado. Tres miradas que nos ayudan a nuestro conocimiento como seres y nos ubican en un marco preferentemente sensorial y emocional, en la medida que la vida pasa por nuestros sentidos:
El Presente nos conecta con estas preguntas ¿tu vida satisface los sentidos? ¿disfrutas de tu día a día?
¿Encuentras razones para levantarte, luchar, aprender, compartir y contribuir?
El Futuro ¿te conecta con un proyecto de vida? ¿ El horizonte que proyectas está lleno o vacío? Aquí me refiero a la vida como destino. ¿hacia dónde vas? ¿Cuál es tu proyecto vital? Hablo así de metas, de objetivos, de horizonte y de propósitos.
El Pasado todo lo que hemos ido incorporando hasta llegar a lo que ahora somos o hemos desarrollado. ¿Tiene significado tu vida?¿Puedes trazar una historia coherente de tu biografía? Aquí , el sentido de la vida lo vinculo a la capacidad de interpretar la propia vida, de darle coherencia, continuidad. Así, pues la mirada desde la perspectiva del significado ya no es tanto hacia el presente o el futuro, es sobre todo una mirada hacia el pasado o parte del pasado. Es el sentido del yo, su permanencia en el tiempo: ¿Quién soy yo? Es la historia personal, la construcción de tu relato.
Hoy mi regalo de cumpleaños es darte una pequeña pauta de autoconocimiento en la búsqueda de la línea de tu vida:
Es un ejercicio que tendrás como esquema o tabla temporal donde se disponen los momentos más importantes de la propia biografía, los eventos vitales más relevantes: el nacimiento, la escuela, el nacimiento de hermanos, o personas que hayan tenido contigo algún vínculo o convivencia importante, episodios traumáticos o buenos recuerdos, cambios de escuela, trabajo, boda, hijos, muerte de seres queridos…..
Cuando realizas este ejercicio no hay pautas concretas, cada cual valora la importancia de sus propios recuerdos, y es libre de poner aquellos que piense que más influyeron a lo largo de su vida.
Haremos un formato creativo, divertido y de presencia plena:
Ideas que te pueden ayudar a su construcción:
- Acontecimientos vitales: nacimiento, muerte de personas queridas, matrimonio, etc.
- Acontecimientos significativos: hitos importantes, aunque no vitales, como un cambio de vivienda, estudios, viaje, etc.
- Momentos de inflexión: crisis de más o menos intensidad que se asumen y se elaboran. La persona suele remontar y hasta puede salir reforzada. Percepción de continuidad.
- Momentos de corte: se trata de puntos de inflexión que suponen un fuerte contraste entre el antes y el después. Se produce una percepción de ruptura, de difícil elaboración: accidente, catástrofe, experiencia traumática.
En resumen para mi la felicidad es el resultado de una vida plena, coherente y con sentido.
Observarse a uno mism@ es la clave para una vida plena
Te comparto algunas preguntas para tu auto-observación y, esto implica responder comprometiéndote contigo mism@.:
- ¿Disfruto de mi día a día?
- ¿Tengo relaciones que me hacen sentir bien?,
- ¿Gozo con lo que hago?
- ¿Hacia dónde quiero ir?
- ¿Qué proyectos tengo?
- ¿Quién soy yo?
- ¿Qué significado tiene mi vida?
Las respuestas no están escondidas en algún lugar inaccesible. Esas respuestas tienes que crearlas, eres tú la que le das sentido a cada momento. Un sentido a nuestra medida y nuestras posibilidades que son muchas.
¿Dónde pones el foco para alcanzar una vida plena?
Para mi cuando buscas tu felicidad fuera, no te llenarás nunca. Te vuelves insaciable por deseos que son cargas y esto nos da un placer momentáneo y efímero. Pasar del deseo a cubrir las necesidades depende de la satisfacción, de saber decir: ya tengo suficiente. En general cuando los recursos superan las necesidades, como es el caso de nuestra sociedad, es la persona la que debe aprender a regularse y disciplinarse, porque ahí va su capacidad de lograr una vida feliz.
Una vida plena implica aceptar limitaciones ( la ambición, la expectativas, el deseo ) y centrarse en tu mundo interno con lentitud, ligereza y sencillez.
No te calles, expresa lo que sientes, lo que quieres, lo que necesitas y lo que opinas. Es la única forma de llevar la vida que deseas. Eso sí, con empatía, respeto y asertividad, pero no te calles, no ahogues tu voz, porque con ello estás ahogando tu ser.
Estoy convencida de que la mayor parte de dolores físicos y enfermedades tienen mucho que ver con acallar nuestra voz “el cuerpo grita lo que la boca calla” (vincular con otro post que ya hay)
Las vacaciones son un buen periodo para PARAR y coger aliento, para oxigenarnos para contemplar cómo estamos, cómo nos sentimos, por donde vamos, si nos estamos apartando del camino. También es un buen momento para practicar la introspección, para conectar con nuestro propósito, para escuchar nuestra voz y para equilibrarnos.
“PARA” varias veces al día, “PARA” varias veces a la semana, al mes y al año. Para y obsérvate en el pasado inmediato, en el presente y en el futuro.
“PARAR” te conecta a la vida, no hacerlo te permitirá existir pero no vivir. Si quieres recorrer el camino de la vida plena, estaré encantada de ayudarte.
No hay amor que se base en el descuido y lo primero que solemos abandonar es precisamente eso: el cuidado a nosotr@s mism@as. Y tú ¿Qué haces para cuidarte?
Cuidarnos y amarnos es el comienzo para ser esa persona preparada y con ese gran valor de aportación y contribución al mundo. Cuando cuidas estás dando tu atención, tu tiempo y tu corazón en algo grande que hace que todo fluya.
Solemos excusarnos en el poco tiempo que tenemos y lo cierto es que se convierte nuestra vida en una rutina, llena de inercias y a veces malos hábitos ( hay un post de hábitos para conectarlo) que desembocan en correr, correr y no estar presente en nuestra vida, además de pasar de una forma fugaz por la vida de los demás.
Cuidarnos empieza por alimentar las sonrisas diarias, taparnos los ojos, y dejar de percibir la locura de estar ocupado las 24 horas para encontrar espacios donde disfrutar de ese momento plácido, de una charla sin prisas, de un silencio lleno de conexión, de un respiro para equilibrar nuestra vida , de ese café que te tomas solo o la caminata donde conectas con el susurro del universo.
Cuando no te cuidas menoscabas la luz que el amor aporta a tu vida y todo se vuelve mucho más superficial.
Te deseo un Feliz Verano