La verdadera esencia del sueño es dormir y despertar descansado una sensación reconfortante al despertar
La necesidad de sueño depende de los genes y realmente una persona debería dormir tantas horas como ésta necesite para funcionar bien al día siguiente.
El sueño cada vez está más presente y consciente en nuestra salud, ya que nos hemos dado cuenta que implica e influye enormemente en nuestra recuperación física y mental.
Por fin reconocemos que los problemas de sueño se dan en muchos países y que sus daños y problemas colaterales harán de nuestra vida un camino más complejo.
Ahora ya conocemos mucho más sobre salud y relación con nuestro descanso, y la neurociencia nos ha dado muchas claves para que podamos tomar medidas en el asunto. Se han recogido información sobre la ventilación, temperatura, alimentación, medicamentos, la calma de la mente, rutinas, etc., que son de gran utilidad para restaurar la salud en este tema.
El sueño, influye enormemente en nuestra recuperación física y mental, permitiéndonos almacenar recuerdos. Además da forma a nuestro estado de ánimo, en cómo pensamos, cómo nos comportamos, cómo aprendemos, cómo sentimos, cómo tratamos a otras personas, y nos ha favorecido en el crecimiento celular durante toda nuestra vida.
Los trastornos del sueño han sido investigados al detalle y está demostrado que la falta de descanso provoca enfermedades cardiovasculares y metabólicas, mala coordinación motora y deterioro de las capacidades cognitivas.
Durante la noche nuestro organismo realiza procesos complejos que están diseñados para que tu cuerpo y mente se regeneren y desarrollen en armonía.
Dormir bien es imprescindible para una buena salud física y mental.
Con el sueño consolidas la memoria y desconfiguras redes neuronales que podrían ser perjudiciales para tu salud mental.
El sueño, influye enormemente en nuestra recuperación física y mental, permitiéndonos almacenar recuerdos. Además da forma a nuestro estado de ánimo, en cómo pensamos, cómo nos comportamos, cómo aprendemos, cómo sentimos, cómo tratamos a otras personas, y nos ha favorecido en el crecimiento celular durante toda nuestra vida.
Si vivimos 90 años, pasaremos alrededor de un tercio de nuestra vida durmiendo, es decir, alrededor de 22 años en un estado de sueño profundo y aproximadamente 7 años soñando. Sin embargo, aunque pueda parecer mucho tiempo perdido, el sueño es fundamental para nuestro bienestar y para el funcionamiento adecuado de nuestro cuerpo y mente. Durante el sueño, nuestro cuerpo se recupera y repara, y nuestro cerebro procesa información y consolida recuerdos importantes. Por lo tanto, el tiempo que pasamos durmiendo no es tiempo perdido, sino esencial para nuestra salud y bienestar en general.
Beneficios de dormir bien
- Mayor bienestar físico y mental: Dormir bien ayuda a recuperar el cuerpo y la mente, permitiendo que te sientas más renovado y con más energía. Además, te ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.
- Mejora de la memoria y el aprendizaje: Durante el sueño, el cerebro procesa y consolida la información que hemos aprendido durante el día, lo que mejora la memoria y el aprendizaje a largo plazo.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: Dormir bien ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, lo que reduce el riesgo de enfermedades y mejora la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.
- Mayor productividad y rendimiento: Cuando dormimos bien, somos más productivos y tenemos un mejor rendimiento, tanto en el trabajo como en otras actividades diarias. Esto se debe a que el sueño mejora la capacidad de concentración, la creatividad y la toma de decisiones.
El sueño bien dormido, es un estado activo durante el que se producen cambios en la memoria, metabólicos, hormonales y de aprendizaje.
Durante el sueño cortamos los estímulos eternos, porque el tálamo (puerta de entrada del a información de los sentidos) entra en un ritmo autoregenerador impidiendo el paso de datos sensoriales hacia la corteza.
Por otro lado, se producen estímulos en el tronco cerebral, que se dirigen a la corteza visual occipital permitiendo generar la información que construirá nuestros sueños.
Por la noche se activa la inmunidad y se expresan genes que regeneran el cerebro.
Hay una estrategia segura para influir sobre el ritmo fisiológico del sueño nocturno que consiste en estimular la producción de la hormona melatonina. Pero no te asuste que te explico más y no va de medicarse.
La secreción de la hormona melatonina es en la glándula pineal que condiciona la calidad y la profundidad del sueño. En condiciones normales fisiológicas, se empieza a segregar en cuando apagamos la luz y cerramos los ojos para conciliar el sueño.
Así que es esencial para nuestra salud mental que nuestro sueño sea de calidad y que incorporemos rutinas saludables, que son conocidas como “higiene del sueño” y que os quiero dejar por aquí para comenzar a crear un excelente hábito de cuidado.
Duerme mucho y mejor:
- Ventila tu habitación cada día, y renueva el aire: Cuando respiras, tomas el oxígeno del aire y liberas dióxido de carbono. Si tu habitación está muy cerrada y es pequeña produces una gran acumulación de dióxido de carbono. Y el sueño lo sufre. Ten en cuenta que a veces no puedes cambiar tu habitación, pero si las condiciones para entras en el sueño.
- Controla la temperatura de tu habitación: ni muy fría ni un exceso de calor. Lo notarás porque debes estar confortable cuando vas a dormir. También existe aparatos para controlar la temperatura y humedad, esto es otra opción. Pero piensa que tú notarás si sudas, si tienes los pies fríos y una serie de señales que te darán información.
- Se requiere tranquilidad: una relajación que suprima el tono nervioso simpático, el que predomina en las actividades diurnas, y no haber tomado excitantes (refrescos, cafeína). Para entrar en esa calidez que necesitamos, baja la luz en las horas previas al descanso en tu casa. Duerme a oscuras. La luz durante la noche estimula otra vez el sistema nerviosos simpático y suprime rápidamente la secreción de melatonina.
- Evita los campos electromagnéticos: son producidos por teléfonos, redes wifi, también interfieren en el ritmo del sueño y empeora su calidad. Desconéctalos por la noche.
- Aprovecha tu alimentación: incorpora algunas raíces como las zanahorias, los nabos y el jengibre son ricas en melatonina. Así como el maíz, semillas de calabaza, frutos secos, manzana y plátano. Busca alimentos ricos en L-triptófano porque aumentarán la producción de melatonina y serotonina que ayudan a dormir bien.
- Aprende a liberar tu mente: esto es no llevarte la vida laborar a tu casa, ni la vida familiar a tu trabajo. Cuando das vueltas en tu cabeza a las cosas se produce un estado de ánimo negativo y eso afecta al sueño. Una bue herramienta es la meditación. Empieza con respiraciones y centrándote en tu cuerpo y cómo respiras. Ya aumentarás paso a paso la experiencia.
- Las rutinas nocturnas saludables hacen que mejoren la calidad del sueño, son tan simples como no utilizar el móvil en la cama. Por ejemplo, la utilización de un televisor en la habitación dan cambios significativos de menos duración del sueño. Puedes sustituir este hábito por otro como la música de relajación, unos minutos de lectura relajante.
- Prueba a introducir los aceites aromáticos reparadores como lavanda, eucalipto, mandarina y manzanilla.
Cuando colocas tu cabeza en tu almohada, es cuando estas dispuesta a adentrarte en el mundo de los sueños. Haces la real conexión con tu esencia y tu fuente divina, y te adentras a quién sabe cuántas situaciones de las que perdemos el control consciente.
Dormir bien es esencial para mantener una buena salud física y mental. No solo te ayuda a sentirte más descansado y con más energía durante el día, sino que también tiene muchos otros beneficios para tu bienestar general. Al dormir lo suficiente y en un horario regular, puedes mejorar tu capacidad cognitiva, tu estado de ánimo, tu sistema inmunológico y tu salud cardiovascular.
Además, dormir bien puede ayudarte a mantener un peso saludable y prevenir enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión. También puede mejorar tu capacidad para concentrarte y tomar decisiones importantes.
Por otro lado, la falta de sueño puede afectar negativamente tu salud física y mental, llevando a problemas como la ansiedad, la depresión, la irritabilidad y la fatiga crónica.
En resumen, dormir bien es crucial para mantener una vida saludable y feliz. Si tienes dificultades para conciliar el sueño o para mantener un horario regular de sueño, es importante que busques ayuda y asesoramiento para mejorar tus hábitos de sueño y lograr los beneficios que este hábito tiene para ofrecer.
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