El miedo cuidador, si, “el cuidador”. Hoy quiero compartir otra manera de ver el miedo. Ya que durante mucho tiempo nos han hecho creer que es una amenaza y yo siento que el miedo es un cuidador. Es una emoción básica, ni buena ni mala, inherente y que compartimos todos los seres vivos. Que nace en nuestro cerebro como mecanismo de defensa para sobrevivir a todo tipo de amenazas y situaciones. Por lo cual, esta emoción nos cuida y protege ante múltiples amenazas. Ahora bien, vamos a desgranar esta emoción para sacarle todo su partido y que trabaje a nuestro favor.
La gestión inteligente de esta emoción es decisiva en la mayoría de nuestras decisiones diarias. Sólo tienes que reflexionar dónde la vas a poner y cómo la estás utilizando.
Para empezar, el miedo tiene una multitud de sub emociones que es lo que nos lleva a esos momentos de caos o estrés personal.
Si en alguna ocasión te han preguntado si tienes miedo y has dicho que no, me parece fantástico, y yo te pregunto:
¿te preocupa algo, la familia, la salud, la economía, el trabajo, tu relación de pareja, con el mundo, con los países……..?,
¿Estas nervios@?
¿Sientes que has fracasado en algún reto que querías conseguir?
¿La situación que vives te produce incertidumbre en este momento?
¿Te preocupa qué va a pasar con tus hijos?¿Hay alguna fobia, rechazo o eres de es@s que busca la perfección?
Pues la base donde se anclan todas esas situaciones querid@s amig@s es el miedo no gestionado inteligentemente.
Y ahora me dirás ¿qué todas las decisiones pasan por el filtro de esta emoción del miedo? Y yo te aseguro que sí.
Por ejemplo: hoy voy a ir a la peluquería a cortarme el pelo…. ¿cómo me va a dar miedo eso? Pues claro que no!, vas a la peluquería que sabes que te van a dejar con una imagen mas bonita. Ahora bien, en tu inconsciente el miedo te está cuidando para que no sientas que te rechazan por tu aspecto y por consiguiente la sociedad te acepte, así dejas equilibrada tu autoestima inconsciente y el miedo al rechazo de la sociedad en la que vives.
¿Te atreves a no ir a que te pongan más guap@ y atractiv@? ¿qué pasaría si eso tan fácil no lo pudieras hacer? ¿qué sentirías?
Una baja autoestima, rechazo…. En definitiva, subdivisiones del miedo que es a lo que quiero llegar que veas para que aceptes a este cuidador natural que llevas dentro y lo pongas a tu servicio
¿Dónde nace el miedo en nuestro cerebro?
En nuestro cerebro tenemos una zona denominada amígdala, donde se procesa gran parte de la información que recibe del exterior, compuesta por olores, sonidos, imágenes, etc. La amígdala está directamente conectada con la médula espinal porque su misión es darnos la capacidad de responder a una amenaza externa de inmediato, sin que sea necesario que el córtex frontal, la parte racional de nuestro cerebro, intervenga en dicho proceso. De esa amígdala las señales llegan al hipotálamo, donde se libera una hormona que a su vez libera el CORTISOL, la hormona del estrés.
¿Y para qué nos sirve esto? Pues ya sabes, para adaptarnos al entorno y a sus peligros y su función nos asegura nuestra supervivencia. El miedo nos protege ante situaciones de riesgo. Así que esta emoción depende de nuestros filtros mentales, cómo la vivimos y cómo la utilizamos. ¡El miedo nos cuida!
Dentro de esa evolución que hemos hecho los humanos por sobrevivir ante las amenazas más grandes evolutivas ahora nos encontramos que seguimos con las amenazas de nuestra era, que no son pocas, además también ha evolucionado nuestro cerebro por lo cual somos seres con una imaginación privilegiada y si nos dejamos llevar por ella sin ponerle coto, nos convertimos en unos grandes guionistas creadores de momentos de miedo y estrés innecesarios.
La imaginación es maravillosa utilizada para otras funciones como la creatividad , el crecimiento y realización de objetivos pero si nos ocupamos de utilizarla fomentando nuestros miedos es cuando sus buenos fines nos incapacitan. Por ejemplo pensando lo que va a pasar dentro de dos meses, hoy puedo conseguir no pegar ojo. Muchísimas veces le damos tanta transcendencia a ese dialogo que recreo en mi mente que me supone anticipar resultados negativos hoy.
Por esto cuando viene a tu vida una época de crisis tienes dos posibilidades:
1.- entrar en el miedo, la frustración y la incertidumbre por consiguiente tú entras en estrés y en consecuencia te paralizas y comienzas a hacer proyecciones de lo que creemos que va a pasar
2.- o por el contrario, descubrir qué puedes hacer hoy sin pensar en mañana para aprender y agradecer la oportunidad que te da la vida de mejorar
Así que tú puedes elegir entrar en esa batidora incesante que sólo es darle vueltas todo el día a lo que te puede venir. Si te es útil, adelante, pero si te quita energía, para afrontar lo que venga y ponerte en acción, pues ya sabes que ese no es el camino. Lo más interesante sería hacer planes de contingencia, crea un plan A, B, o C. con soluciones que no van a cubrir todos los posibles escenarios, pero puede darte tranquilidad y cubrir alguna de las hipótesis que crees que pueden suceder.
¿A cuantos de vosotros os ha pasado algo que en ese instante habíais interpretado como una situación adversa y negativa y que con el tiempo os habéis dado cuenta que fue una bendición? A mi, muchas veces, mucha… porque la vida te pones retos continuos y eso es una gran oportunidad para aprender, evolucionar y convertirte en alguien mejor. Por lo tanto ¿y si en lugar de preocuparte te ocupas?
Un ejercicio magnifico es ocuparte del aquí y el ahora. Voy a invitarte a que practiques estas ideas y buenos hábitos que bajaran el nivel de cortisol en sangre por lo que el estrés será menor para darte la opción de ocuparte y cuidarte como te mereces.
- Utilizar técnicas de relajación. Practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, meditar o bien escuchar música tranquila puede relajar el cuerpo y la mente y, por tanto, disminuir los niveles de estrés.
- Hacer ejercicio. Una buena manera de disminuir los síntomas de ansiedad y descargar la energía es haciendo ejercicio físico. El ejercicio regular hace que nuestro cerebro libere dopamina y serotonina, que son dos sustancias químicas que reducen el estrés. No hace falta hacer horas de deporte intenso, con caminar media hora cada día se puede notar la diferencia.
- Buenos hábitos de sueño. Seguir algunas pautas de higiene del sueño, como asegurar un horario regular, un ambiente adecuado y evitar malas costumbres antes de ir a dormir como mirar el móvil en la cama hará que nuestro descanso sea reconfortante y que no haya rastro de fatiga, disminuyendo la ansiedad.
- Apartar la cafeína.Tomar cafeína puede aumentar de forma abrupta el nivel de cortisol y mantenerlo durante horas.
- Comer alimentos ricos en fenilalanina. La fenilalanina es un aminoácido que ayuda a segregar dopamina, que ayuda a disminuir las ganas de comer carbohidratos y azúcares y por tanto, ayuda a eliminar el estrés. La fenilalanina se encuentra sobre todo en alimentos proteicos como los lácteos, huevos, carnes rojas, pescados y algunos cereales integrales.
- Comer alimentos ricos vitamina C. La vitamina C, del mismo modo que la dopamina, también ayuda a segregar dopamina y a disminuir el estrés. La vitamina C se encuentra en verduras y frutas mayoritariamente.
- Comer ácidos grasos Omega 3.Estos disminuyen la activación de las glándulas suprarrenales, ayudando así a bajar el cortisol naturalmente. Los ácidos grasos Omega 3 se encuentran en alimentos como los aceites vegetales (por ejemplo, el aceite de linaza, el de soja y el de canola) también en el pescado y los mariscos.
- Ashwagandha (withania somnífera). Si aún te preguntas cómo bajar el cortisol de forma natural, debes conocer la ashwagandha, también conocida como ginseng indio, es una planta recomendada para controlar el estrés y la ansiedad
- Relacionarnos con los demás. ¿Por qué las relaciones con los demás pueden bajar el cortisol de forma natural? Porque las relaciones sociales, la amabilidad y el afecto aumentan la liberación de oxitocina y esta hormona disminuye el nivel de cortisol.
- Practicar minfulness cuyo propósito es estar presente en el presente.
Te dejo dos técnicas que te ayudarán a bajar tu nivel de preocupación: una de respiración y otra de relajación muscular
- * Utiliza la respiración diafragmática. Consiste en realizar una respiración consciente utilizando el diafragma. Esta respiración permite llevar aire hasta la zona baja de los pulmones, lo que garantiza mejor captación del oxígeno y activa la respuesta de relajación del organismo .
- *Utiliza la relajación muscular progresiva, que consiste en aprender a relajar todos los músculos del cuerpo. Se trata de ser consciente de la tensión muscular y aprender a relajarla mediante el entrenamiento. Conviértela en un hábito para utilizarla en situaciones estresantes. Aprenderás a controlar los músculos de tu cuerpo que con su inadecuado uso provocan vasoconstricción y en consecuencia un déficit en el aporte de oxígeno además de una gran tensión en todo nuestro organismo.
Por último si tienes ganas de indagar poniendo más acción te dejo esta tabla de ejercicios de reflexión:
- Identificar ese miedo, es decir, los pensamientos que te han llevado a esa emoción. Aprendiendo a identificar las distorsiones cognitivas que lo han generado y reemplazando los pensamientos y creencias distorsionados por otras interpretaciones más flexibles, adaptativas y funcionales.
- Definir la situación y los factores relevantes que interfieren. Pregúntate si el pensamiento es cierto con un cuestionamiento socrático: hazte preguntas como “¿Esto que estoy pensando es totalmente cierto? ¿qué pruebas tengo de ello? ¿este pensamiento te ayuda? ¿qué pasaría en el peor de los casos?
- Lluvia de ideas con diferentes alternativas para solucionar el problema.
- Tomar una decisión: valorar las opciones generadas, elegir una y crear el plan de acción.
- Evaluar los resultados de la solución aplicada
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– El caballero de la Armadura Oxidada de Robert Fisher
– Por qué las cebras no tienen Ulcera de Robert Sapolsky
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