El otoño, un momento de interiorizar y soltar.
Después de un verano que vivimos “hacia fuera”, el otoño nos invita a reconectarnos con nosotros mismos, volver a la rutina y evaluar cómo nos sentimos en ella, planteándonos los cambios que queremos introducir.
El otoño es representativo del desapego y la depuración. Con él viene la caída de hojas que pueden simbolizar la necesidad de “soltar “ viejas actitudes, comportamientos, ideas y personas que ya no nos hacen felices o nos lastran. Es una etapa depurativa para nuestra vida. Momento de conectar con la intimidad, con la familia, la casa, con los lugares que nos inspiran seguridad y calidez.
El otoño es una estación de cambios: disminuyen las horas de exposición solar y el cuerpo produce menos serotonina que es el neurotransmisor encargado de regular nuestro estado de ánimo, la conducta alimenticia o el sueño, entre otras cosas. Este neurotransmisor lo segrega nuestro cerebro. Y su función es variada y depende si hay déficit o están sus niveles elevados , nos sentiremos felices o estados depresivos y de ansiedad. Regula también funciones tales como el apetito, la calidad del sueño, las funciones cognitivas, el deseo sexual, la temperatura corporal, la digestión, la actividad motora y la memoria.

La bajada de temperatura es una invitación para permanecer en casa y pasar menos tiempo al aire libre . Igualmente, el cambio de tiempo puede acarrearnos ciertos resfriados que nos hacen sentirnos más débiles y vulnerables. Ver caer las hojas de los árboles y almacenarse en el suelo también nos transmite nostalgia y tristeza. A la vez solemos transformar nuestro armario en la austeridad personificada. Pasamos de vestir prendas de tonalidades alegres y luminosas a llevar una gama cromática más sobria y oscura
Este es el tiempo para seguir tu propio criterio, para confiar en tus intuiciones y en los signos que ves a tu alrededor, en la naturaleza. Nos corresponde soltar lo que ya no necesitamos, desapegarnos de las formas de ser que ya no dan fruto, encontrar un lugar de calma interior y prepararnos para empezar de nuevo.
Nuevamente los cambios hormonales harán tambalear nuestra energía a lo largo del día:
Aumentará la producción de melatonina: su incremento en sangre hace que nos sintamos siempre como cansados y tengamos más ganas de dormir y reposar.
Disminuirá la serotonina: se resiente al aumentar la melatonina, porque desequilibra los ciclos de sueño, los cambios de humor y el estado de ánimo.
Disminuirá la dopamina: y esto provoca pérdida de atención y desinterés generalizado.
EL OTOÑO ¿CÓMO VIVIR ESTA ESTACIÓN?
Te dejo algunas sugerencias prácticas que te ayudarán a caminar por esta estación potenciando esa mirada interior y agregando el hábito de poner toda tu voluntad para lograr transformar áreas de tu vida. ¡Es un gran momento para aprender a sacarle partido de una manera positiva!
- Limpiar y renovar los espacios en que vivimos como una forma de “liberarnos” de lo viejo.
- Llevar un “diario de introspección», donde apuntaremos las sensaciones emocionales que nacen de la revisión de dichos espacios.
- Practicar el caminar contemplativo en parques o bosques.
- Iniciar una terapia, curso, taller….. para profundizar nuestro autoconocimiento y liberarnos de aquello que condiciona nuestra personalidad.
- Llora cuando lo necesites. Se ha demostrado que llorar genera endorfinas, por lo que nuestro cuerpo se relaja y nos sentimos mejor.
- Intenta sonreír aunque te sientas mal. Regalar una sonrisa a tus compañeros en el trabajo, a tus amigos, a tus vecinos, a la persona que te atiende en el supermercado, a tu pareja…
- Fortalece tu autoestima realizando alguna actividad física que te guste. Además liberarás endorfinas y otros químicos con lo que mejorará tu estado de ánimo.
- Aprende a meditar. Utiliza Mindfulness Se trata de vivir el momento presente, practicando la atención plena, sin juzgar. Comienza con 5 minutos al día, y poco a poco ya irás aumentando hasta conseguir una práctica diaria de 15 minutos . Mejora el estado de ánimo, la creatividad, la observación, baja los niveles de estrés. Está demostrado que la práctica de la meditación diaria cambia la forma en la que el cerebro se comporta ante situaciones de estrés, sufrimiento y frustración.
- Añade color con pequeños detalles a tu día. Una taza alegre y divertida para tu desayuno, unas flores que adornen tu salón, una salida al cine o a un museo…
- Sigue una dieta equilibrada aumentando la ingesta de frutas y verduras.
Te dejo 8 alimentos imprescindibles en tu dieta otoñal para mantener las defensas a tope y calentar nuestro organismo:

Setas y champiñones : nuestros busques están llenos de ellos. Tienen un alto contenido en proteínas de alto valor biológico, ricas en hierro, fósforo , potasio y minerales.
Frutos secos, como nueces, almendras , avellanas y castañas . Este último es ideal para tener unos huesos y dientes sanos. A su vez, el elevado contenido en minerales, cuida del sistema nervioso.
Calabacín y calabaza, estas verduras te aportaran un alto contenido en agua y bajo en calorías e hidratos de carbono.
Espárragos trigueros. Alimento diurético.
Proteínas en general: lácteos y huevos, carnes rojas y blancas.
El cacao. Su contenido en triptófano eleva los niveles de serotonina y por eso se le conoce como un antidepresivo natural. Cuanto más puro mejor, ya que tiene más propiedades nutricionales al ser fuente de hierro, potasio y magnesio. El chocolate menos puro, al mezclarse con azúcares y grasas, puede aumentar la obesidad y contiene sustancias estimulantes que pueden producir migrañas.
La vitamina B6 es otro de los elementos imprescindible para fabricar serotonina. La encontramos en los cereales integrales, los pistachos, las semillas de girasol o sésamo, la soja y otras legumbres, los pimientos y la levadura nutricional.
Los ácidos grasos omega 3 también son imprescindible para mantener los niveles óptimos y estables de serotonina. Lo encontramos en los pescados azules, sobre todo los de aguas más frías: caballa, arenque, atún, salmón, sardinas y anchoas. También en las semillas de lino, las semillas de chía, el cáñamo, las nueces y las algas.

¿Quién ha dicho que el otoño es triste? Tanto el bosque como la huerta son generosos en esta época y nos ofrecen frutos y hortalizas ricos en nutrientes para afrontar el frío con salud y buen ánimo.
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