En estos momentos nos enfrentamos de forma contundente a la realidad de que “todo es cambio.” El cambio forma parte de la vida…y me pregunto:

¿Cómo estas? Se que igual que yo, que estoy día a día viviendo las situaciones de trabajo asistencial y confinamiento a la vuelta a casa te puede desbordar el miedo, la tristeza, la frustración y tantos otros sentimientos que rondan nuestros días. No somos héroes sociales, lo que nos pasa es normal, somos personas como todos. Siéntete como te tengas que sentir, es válido; otra cosa es lo que hacemos con eso.

Voy a compartir unos pequeños recursos y reflexiones, que deseo te aporten otra mirada y fuerzas para seguir.

Todo depende del desarrollo de nuestras habilidades emocionales y siento que eres capaz de conseguirlo.

¡Ya lo hacías a diario antes de esta situación!

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Si recapacitas y miras lo que antes hacías en tus jornadas de trabajo encontrarás que siempre hemos sido personas que nos enfrentamos a la adversidad porque ya lo hacemos continuamente. No es la primera vez que atendemos situaciones extremas, de dolor, de muerte, de urgencia, de improvisación…

Ahora parece algo diferente pero es por la exageración del volumen: Los sanitarios tenemos todo lo necesario, nuestros recursos personales, mentales y profesionales para superarlo.

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Estamos en un campo de entrenamiento ante la flexibilidad y eso quiere decir:

Los protocolos cambiantes a diario, los nuevos circuitos de los pacientes, los cambios de realidad cotidiana. Muchos hemos tenido que salir de nuestros servicios para colaborar en otros totalmente diferentes a los que estábamos acostumbrados.

Es una oportunidad de cooperación, de trabajo en equipo, de aprendizaje continuo y adaptación.

  • Pon el foco en lo que depende de ti: Cuídate a ti y a tu equipo de trabajo y actualízate en lo que ahora nos ocupa, pregunta y pide ayuda si lo necesitas. ¿qué necesitas para encontrarte bien?: energía, comprensión, aceptación y compañerismo.
  • No inviertas energía en lo que no depende de ti.
  • Pon tu mente en modo solución. En qué puede ser útil tu contribución, tu nueva idea para mejorar lo que haces hoy. Comunícate con tus colegas para tener claro cuál es tu rol, en qué han cambiado los protocolos. Esto favorecerá tu trabajo.
  • No te anticipes en lo que sucederá. Realmente no sabemos lo que va a suceder, hay demasiadas preguntas pero no tenemos todas las respuestas.
  • Protégete a rajatabla desde que empiezas hasta que acabas y pon atención plena apoyándote en tus compañeros. En el servicio donde estoy hemos decidido que cualquier actuación la compartimos y supervisamos entre nosotras, si falta algo, si sobra, si hay más peligro, cómo ayudarnos y cómo desarrollar  mejor nuestra práctica. Comparte y habla.
  • Ve descansado a la guardia. Duerme, toma infusiones, practica la meditación. Concédete tiempo para ti.
  • Descansa cada dos horas, tómate unos minutos de parada (estírate, respira profundo, desconecta con un café).
  • Ahora tienes más posibilidades de contagiarte, estamos poniendo en riesgo nuestra salud y la de tus seres queridos. No es fácil admitirlo, ni tu posición.

Es el momento de poner tus habilidades emocionales y profesionales en primera línea.

  • Deja el virus en cuarentena en tu cabeza cuando salgas del trabajo, respira el aire libre te sentirás más calmad@.
  • Cuando llegues a casa ya sabes todo el protocolo de desinfección que tienes que hacer como personal sanitario ( la ducha, sacar todo lo que te llevas y limpiarlo, meterlo todo a lavar a temperatura 60º y descansar).
  • También recibe el amor de tu familia si vives con alguien y si estás sol@ una llamada telefónica a una persona querida, una videollamada, cualquier cosa que te comunique con los que quieres te hará sentir mejor.

Ahora más que nunca cuídate para cuidar.