Hace unos días leí esta noticia: Pacientes desagradecidos: llega en helicóptero y se queja por la habitación, y decidí compartir mi reflexión con ustedes.

Todo ser humano actúa en vistas a un bien. Y este bien, según cada individuo, origina múltiples formas de interpretación (aunque el bien, para unos puede estar en cuidar y salvar vidas,  para otros el bien es saltarse las normas sociales y matar…)

Dos puntos de vista

Teniendo en cuenta estos dos puntos de vista y valores tan dispares, podemos reflexionar dónde te colocas tú, porque entre uno y otro hay miles de puntos de recorrido:

  1. Por un lado,  nos encontramos que la aspiración del personal sanitario es salvar vidas, por ello espera que se valore su trabajo… y es ahí donde entra el EGO: “Esperar que el otro agradezca tu labor“
  2. Por otro lado, el paciente desagradecido según el artículo, vive en la falsa felicidad ya que su EGO hace que olvide lo verdaderamente importante; la vida, la colaboración, la ayuda, el amor, la fraternidad, la humildad, el agradecimiento…

Generado todo esto, bajo mi humilde sentir por las variables culturales, las creencias, la falta de educación y el entorno en que nos movemos,  influirán en cómo los humanos respondemos a según qué situaciones.

Vivir con valores altruistas, desinteresados, por amor al prójimo y deseando aportar al mundo el granito de arena que haga que vivamos felices, es un gran reto en la sociedad que hemos construido, ya que por la ignorancia de los costes que supone una atención de ese grado de complejidad que dice el artículo, la gravedad de la situación y la ignorancia de la persona atendida, llegamos a  ver cómo la sociedad corrompe al hombre y le hace ser un lobo para él mismo (como dijo el gran filósofo Rosseau).

Desarrollo continuo de necesidades

Hemos creado una sociedad que frustra continuamente nuestra felicidad porque nos hemos acostumbrado a necesitar continuamente algo… un juguete, una crema, un coche, un piso , y cuando lo tenemos, seguimos desarrollando más necesidades automáticamente; por lo cual nunca puedes alcanzar la felicidad basándote en la realización de deseos que nunca alcanzas y /o que alcanzas y una vez obtenidos, desarrollas más necesidades.

Nuestro EGO  hace que podamos olvidar  lo que es verdaderamente importante y vivir en la falsa felicidad. Nuestro EGO también hace que necesitemos el reconocimiento de nuestro desempeño y eso también hace que nos frustremos en nuestra tarea….. ¿dónde está el equilibrio?